Gerardo Nigenda y sus fotos para ciegos

Seguramente cuando nos ocurre una desgracia que nos deja impedidos durante un tiempo , y en el peor de los casos para siempre, nuestra naturaleza y fuerza interior nos hace adecuarnos a las nuevas circunstancias para sobre llevar lo mejor posible nuestra minusvalía.

Gerardo Nigenda se quedó ciego a los 25 años de edad y se encontró con la fotografía casi por casualidad. Él daba clases de braile en la biblioteca del instituto de Artes Gráficas de Oaxaca , donde al cabo de un tiempo dentro de éstas mismas instalaciones ubicaron también el Centro Fotógrafico Manuel Alvarez Bravo. Por ello fotógrafos y ciegos convivian en ese espacio, donde fueron éstos fueron fotografiados en numerosas ocasiones.

A partir de ahi  Gerardo se empezó a interesar por ésta disciplina y se dirigió a la directora del CFMAB para preguntarle como enseñaria fotografíar a un ciego. Ella le dió una cámara y le dijo que empezara a disparar. Él imaginaba una linea del centro del objetivo de su cámara al centro del sujeto a fotografiar. Con ello controlaba el encuadre y con el paso del tiempo aprendió a ubicar el sol y tratar de que estuviera detrás de él para que la foto no saliera sobre expuesta.

Empezó por fotografiar cosas que le gustaban como su radio caset, una cerveza o el camino a su casa. Supongo que como toda persona invidente los sonidos y olores fueron también determinantes en la toma de sus fotos, la sensación de lo que podía percibir.


Gerardo intervino  sus fotografías con textos en braille donde describia lo que aparecía en ella, de tal forma que así una persona invidente podría "ver" también esa foto. Aunque bien hay que decir que no hacía una  descripción literal de la imagen, sino la sensación que tuvo a partir de la experiencia que lo movió a
fotografiar.De esta forma seleccionaba el material para imprimir, sin  importar si era técnicamente mejor que otra, en este caso lo que importaba era que transmitiera lo que sintió.

"Las fotos que tomo son vivencias, lo que huelo, toco, escucho.

 Las memorias de esas vivencias son mis negativos, las tengo en mi mente. Lo que  importa es sensación que tuve del momento en que la tomé"

Gerardo repartío durante diez años el “Taller de percepción no visual” en el que recordaba a sus participantes que vivir es una experiencia multisensorial y que si querían podrían también fotografiar.
Por ello pues, resultaba ser toda una experiencia casi espiritual para los participantes, donde eran concientes de su  ceguera pero que podían ser creativos si se lo proponían abriendo los ojos del alma,  cosa que parecia que se les había vetado  tiempos atrás.

Gerardo murió en mayo del 2010 debido a complicaciones originadas por su diábetes. Existe un documental llamado Susurros de luz que habla de él y que ganó el premio  al mejor corto documental del Festival Latino de San Diego. Sus trabajos se publicaron en varias revistas y participó en la II Bienal de Arte Contemporáneo de la Fundación Once cuya obra ahora forma parte de esta organización.

Llegados a éste punto yo diría que si hacía sus fotos sin poder ver, que habría hecho si pudiera hacerlo, porque realmente me gustarón bastante. Tambien me quedo con las ganas de lo que pone en braile...

¿Os atrevéis a describir alguna de las fotos? :)

Fuente Vía: Aquí

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