No recordar lo que acabas de decir. No recordar lo que acabas de decir. No recordar lo que acabas de decir y repetirlo. Y repetirlo. Y repetirlo. Y repetirlo. Hasta ver la desesperación en los ojos de quien te escucha. Sentir la desesperación de desesperar a esos ojos que te miran. La desesperación de no saber por qué le desesperas. Por qué te desesperas. Desesperarte tratando de recordar la razón. Tratando de recordar lo que has dicho. No poder recordar que estás tratando de recordar lo que has dicho. Volver a empezar. No recordar lo que acabas de decir. No recordar lo que acabas de decir y repetirlo. Y repetirlo. Y repetirlo. Y repetirlo. Desesperar a quien te escucha. Qué he dicho. Desesperar a quien te escucha. Qué he dicho. A quien te escucha.
Dónde es aquí. No saber dónde estoy. Salir de casa a pasear por las calles de siempre y no reconocerlas. Mirar con ojos de desesperación. Tratar de recordar los rincones. Tratar de recordar si son los mismos rincones que has recorrido una y mil veces. Una y mil veces. Repetir una y mil veces una y mil veces. Mirar una y mil veces alrededor. No saber si son las calles de siempre. Pensar que las calles de siempre ya no están donde siempre. No saber qué es siempre. Siempre. Siempre. Repetir lo que has dicho. No acordarte de lo que has dicho. No acordarte de lo que significa siempre. Siempre. Siempre. Vivir en un nunca.
Mirar con ojos de desesperación. Mirar con ojos de desesperación a alguien que pasa. Qué pasa. No recordar por qué la has mirado. ¿Quiere algo? ¿Necesita ayuda? ¿Quiero algo? ¿Necesito ayuda? Mirar con miedo. No saber si conozco a la persona con la que estoy hablando. Vuelta a empezar. Hasta ver la desesperación en los ojos de quien te escucha. Sentir la desesperación de desesperar a esos ojos que te miran. Desesperarte. No saber por qué me miran con esos ojos de desesperación. Qué he dicho. No saber de quién son esos ojos que se desesperan. Quién eres. Desesperar a quien te mira. Qué he dicho. Qué haces aquí. Quién eres. Quién eres.
Mirar tu reflejo en el escaparate y preguntarte: quién eres. No saber que ése soy yo. No saber que ese que me mira en el espejo soy yo. No saber que esos ojos que me miran con desesperación son los míos. Desesperarse. No verme con mis propios ojos. No verme. Desaparecer. No verme. Desaparecer. Desesperar. Desaparecer. Desapa… recer. Desa… Deses… peración… desa… parecer… pare… pare… pare… que pare… que pare… que pare… No encontrar las palabras. No recordarlas. Las… Las… ¿Palabras? ¿Es esa la palabra que busco… que busco? ¿Qué busco? No saber que palabra busco. No saber que busco la palabra “palabra”. ¿Es palabra la palabra para decir palabra? ¿Es decir la palabra para decir “decir”? No saber qué decir. No poder decir. No poder. No poder… No pue… no pue… No… No… No… No… Desaparecer… Desa… Des… parecer… parecer… perecer… perecer… "
Fuente: Blog de Radio 3. Carne Cruda. Vivir siempre en el nunca
Este programa dedicó un día la memoria de los que ya no la poseen. Conmovedor relato si te toca de cerca, o de lejos. Sin duda alguna un escalofrío puede recorrer mi espalda si pienso que me pueda ocurrir a mi ... la que bromea cuando me dicen que siempre estoy haciendo fotos y respondo que es para cuando tenga alzheimer y no tenga ningún recuerdo me queden al menos éstas.
Tuvieron como invitado a Oskar Tejedor, director del documental "Cuidadores" que nos acerca un poco más a esta dura realidad que viven personas con alzheimer y sus familiares y personas más cercanas.
Hablaron también del Banco del Tiempo cuyo anuncio me encantó cuando lo ví en la tele. Tienen página en facebook y os recomiendo que os paseís por ahí y donar vuestro mejor recuerdo.
Para terminar os quería recomendar la película de la vida de Pasqual Maragall llamado " Bicicleta Cuchara Manzana" que tiene también alzheimer y un video de you tube denominado mejor anuncio del año que no os podéis perder. El final os sorprenderá y no os dejará indiferente...
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9 comentarios:
hola, muchas gracias por tu post banco de recuerdos. alzheimer, me gusto mucho, eh tenido pesadillas despierto sobre perder mis recuerdos, perder todo lo que se, lo que creo que se, no poder recordar como hablar o pensar. Me gusto mucho mucho tu post,excelente idea la del banco de recuerdos, pero no podría elegir solo uno de ellos, constantemente recuerdo cosas, momentos, sensaciones, y se las cuento todas a mi novia con detalles, y ella a mi, es una forma de combatir mi miedo a quedarme sin memoria, muchas gracias por el post que me erizó la piel y temblé.- Rio Mercado.
Muchas gracias a ti por escribir aquí:) Me alegro que te haya gustado!
Sobre todo me ecantó que pudieras sentir todas esas cosas: erizarse la piel y temblar ...
Esta muy interesante tu pagina o blog,no se como llamarle¡¡¡
gracias
Muchas gracias!
Blog ;)
Espectacular!! Me he emocionado!!
Soy hija de un paciente de Alzheimer grave.
Un saludo,
Sònia
Muchas gracias por comentar. Te deseo mucha fuerza Sonia!
Abrazos,
Maria
Ay, María...! Una vez más compartimos. Aunque se trate de compartir un problema, un dolor, una idea de pérdida y soledad.
Llevo ya cinco años conviviendo muy de cerca con la enfermedad y el texto me ha emocionado profundamente. Aunque también es cierto que los enfermos viven en otra dimensión, viven en un presente continuo. Somos nosotros los que reclamamos lo que ellos fueron, los que no aceptamos la pérdida de su historia y su memoria.
La película sobre Maragall, un documental maravilloso, es un claro ejemplo de esto. El protagonista se acepta en su nueva etapa sin más problemas mientras que su entorno sufre su pérdida a cada momento.
Mi padre fue profesor de lenguas clásicas, un gran lector cuya afición preferida era traducir. Mis hijos se han ido a la cama escuchando como cuentos la Odisea y la Ilíada y tengo guardados dibujos del caballo de Troya o de el vuelo de Ícaro inspirados en las historias que contaba su abuelo.
Hoy nos cuesta encontrarlo a él, al que fue y sufrimos su ausencia. Pero también es verdad que tenemos a nuestro lado a un señor cariñoso, agradecido, amable. Tierno, dulce y silencioso. Ya no encontramos al gran polemista pero tiendo la mano y encuentro a un ser lleno de amor.
Gracias María por tu recuerdo para tantas personas que estamos viviendo esto, te siento a ti también a mi lado.
Sabes Rosa, creo que al menos tienes suerte de que como tu bien dices, extiendes la mano y encuentras a un ser lleno de amor. Otras personas no han tenido la misma suerte, ya que por desgracia la enfermedad del alzheimer no toca a todos de la misma forma. Yo directamente aun no he tenido que lidiar con ello, pero si he conocido casos cercanos en los que sientes una gran impotencia al compartir momentos con personas que ahora ya no son lo que eran, ni su sombra. Parecen transformadas, hay palabras en su boca que nunca habían pronunciado, el caracter cambiado y la mirada en otro sitio como si no estuvieran aqui... Te doy un abrazo enorme guapa!!
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