Tokio ya no nos quiere. Ray Loriga. Fragmentos

El miedo es como el frío. Una vez que se ha sentido nunca se va del todo

La tristeza no tiene fin. La felicidad si

No hay dos vidas iguales, ni dos dolores distintos

Que alguien conozca el futuro no quiere decir que sea capaz de cambiarlo

Es el recuerdo, no el olvido, el verdadero invento del demonio

[La gente cambia] No, la gente empeora

 
(Autor foto aquí)



El médico dice que todo lo que está escondido está esperando, precisamente, ser encontrado

Sólo después de olvidar eres completamente inocente y por eso mismo, definitivamente culpable

Cuando el cielo se oscureció y aunque no eran más que nubes, tuve la sensación de que todo se terminaba y la sensación de haber sentido lo mismo un millón de veces antes


(Autor foto  aquí)


Todo poco a poco se va a ir volviendo normal, o sea, peor

Cuando alguien te mira y mira también las cosas que tú miras, desaparece el terror de las cosa imaginadas

Tu miedo comienza cuando despegan los aviones y el mío cuando los aviones aterrizan

Me imagino dejando que pasen las horas sentado en la misma cama. Mirando la televisión sin mover un dedo, sólo por curiosidad de saber qué hace el tiempo con uno cuando uno no hace nada con el tiempo

El ruido de mi miedo es como siempre demasiado grande y por eso no la escucho



(Autor foto: Aquí)

La memoria es el perro más estúpido, le lanzas un palo y te trae cualquier cosa


Los días son a veces tan tristes que sencillamente no merecen la pena. No merece la pena correr, ni esperar, ni vigilar. Días tan tristes que no merecen ni un esfuerzo, ni el más pequeño movimiento. Los días así hay que dejarlos correr, como los trenes nocturnos.



Por alguna razón, cuando uno se sienta en el sillón de un despacho, al otro lado de la mesa o en el asiento del conductor de autobús, o cuando sencillamente se prueba uno la gorra de un policía o sujeta el cuchillo de un carnicero, se siente por un segundo como si fuera esa persona, como si pudiera ser ese otro durante toda una vida. Así es como me siento, sentado en la cama, pensado qué clase de vida es ésta. Cuando el viejo sale del baño, la cama, la habitación, todo vuelve alrededor, vuelve a ser suyo



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ray loriga es maravillosa, y tu también por ayudar a un bohemio como yo que no tiene ganas de leer libros, pero que leyendo tu blog es como si leyera una biblioteca entera. Gracias coleccionesta. Me siento muy identificado con ray porque por ejemplo hoy es mi cumpleaños y nadie de mi familia me ha felicitado, solo falsos por facebook, el 90% ni los conozco en persona, la tristeza no tiene fin, la felicidad si.

Síndrome Coleccionista dijo...

Pues ya te felicito yo, que tampoco te conozco, pero me alegro de que me hayas escrito y sentirnos identificados ambos con Ray Loriga :)

Quizás te interese también esto:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...