Y lo mejor de todo , es que iba avanzando hacia mi, cada vez lo escuchaba de más cerca.
Nunca le había visto la cara, nunca le había visto de lejos, solo lo sentía.
Puse todos mis sentidos alerta y el sonido se hacía cada vez más claro .
Quise asomarme a la puerta por si pasaba de largo. Por fin iba a ver su rostro. Lo senti a unos pasos, esta vez no se me escapará. Espere expectante, calculé que quedaban unos metros nada más.
Y asi fue... el afilador de cuchillos pasando justo frente a mi..."
Y asi da comienzo esta entrada, que escribi sobre la marcha mientras experimentaba todo lo acontecido aquí arriba una tarde de octubre . Y aunque esta entrada haga referencia solamente al sabor y al olor, por mi parte permitidme que también añada el sonido.
La magdalena de Proust es un fenómeno en el que se asocia una experiencia sensorial con un recuerdo.
Así una canción que hace mucho que no escuchas, si la vuelves a escuchar después de un tiempo quizás te vengan a la memoria a modo de pequeños flashes visuales la escena del momento en que la oíste por primera vez.
Hace unos días había leido en una revista cientifica el curioso sistema de almacenar en nuestra memoria los olores según "La magdalena de Proust" .