Quizás sea por la influencia de ver el cuadro de la Chiquita Piconera en la casa de mi padre en Córdoba, o quizás sea por la enigmática mirada de las mujeres de sus cuadros.
Nombrar esta cuidad y los abanicos es todo uno. Se que a priori no tiene nada que ver, pero si alguien se acerca por ahí en los meses de verano sabrá de que le hablo.
El abanico sustituido hoy en día por los aires acondicionados jugó un papel bastante importante en el siglo XVIII donde se usaba además de paliar el sofocante calor, para transmitir mensajes “ocultos” a sus pretendientes cuando iban a los bailes, sin que sus madres se dieran cuenta. Aquí algunos ejemplos:
- Esconder los ojos detrás del abanico abierto: " Te quiero"
- El número de varillas muestran la contestación a una pregunta: " A que hora "
- Hacer movimientos amenazadores con el abanico cerrado: " No seas tan imprudente "
- Abanico medio abierto presionado sobre los labios: " Puedes besarme "
- Dar vueltas al abanico con la mano izquierda: " Nos están viendo "
- Si la dama se abanica sobre el pecho lentamente: "Soy soltera, no tengo novio"
- Si mueve el abanico en movimientos cortos y rápidos sobre su pecho: "Estoy comprometida o tengo novio, sigue tu camino"
-Si abre y cierra el abanico y lo pone en su mejilla, le indica al joven: "Me gustas"
-Finalmente, si mira al joven sugestivamente cubriéndose la boca con el abanico, significa que le está enviando un beso, y obviamente, el joven sabe que él es el escogido.
Sin duda alguna todo un despliege de habilidades detrás del abanico. A partir de ahora observaré si alguien me lanza algún mensaje subliminal...
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